jueves, 11 de febrero de 2010

CAPÍTULO 9 (PARTE 2)

Esa noche me quedé a dormir en casa de Britney. Mi madre dormía fuera porque había tenido que hacer un rápido viaje de trabajo para un nuevo proyecto de su despacho de arquitectos; así que llamé a Naira y le pedí que me dejara quedarme y que si llamaba mamá le dijera que yo había dormido en casa. Naira al notar por mi voz que yo no estaba bien me dejó quedarme con Brit a cambio de que al día siguiente se lo contara todo.
Nos acostamos en su cama, grande como una de matrimonio, y vimos una peli. Eligió una comedia para que me riera un poco y la verdad es que lo consiguió. Durante bastante tiempo, gracias a ella, conseguí no pensar en mi madre y en nuestra conversación.
Me dormí abrazada a Brit antes de que la película acabara.
Cuando al día siguiente volví a casa y estuve sola durante un rato, volví a pensar en todo lo que me había dicho mi madre y, una vez más, me senté en mi mesa con boli y papel en la mano. En esta ocasión aunque la carta iba dirigida a ella no pensaba entregársela, era solo una forma de desahogarme. Poco a poco las palabras empezaron a surgir solas:

"Una vez vi un documental en el que una chica contaba cómo fue el día en que le dijo a sus padres que era lesbiana. Contó que su madre antes de que ella dijera nada ya sabía de qué iba a hablarles aquel día. Su madre le dijo que ya lo sabía porque cuando estaba con su mejor amiga (que en realidad era su novia) se la veía distinta, más llena de vida. Su padre al principio estaba sorprendido; pero le dijo que era su hija y que siempre la protegería, que la quería incondicionalmente y que por tanto lo haría pasase lo que pasase.
¿No te das cuenta? Eso es todo lo que quería escuchar yo. Que estarías ahí, protegiéndome y que me querrías siempre decidiera lo que decidiera en mi vida, amara a quien amase, viviera como viviese. No quería escuchar todo aquello, no quería oír lo que ya sabía, no quería que me dijeras lo mismo que el resto del mundo. Quería que como madre me mostrases que tú me querrías incondicionalmente, desde el primero hasta el último día de mi vida. Siempre recordaré ese momento. Ese vínculo que habíamos creado y que hacía que estuviéramos tan unidas se resquebrajó. Me partiste el corazón. Y sólo sé que desde aquel día, por mucho que lo intente, ya no puedo mirarte de la misma forma. Ya no sé quién eres."


Nunca se lo he dicho porque me cuesta aceptarlo, pero lo cierto es que siempre la quise un poco menos desde aquel día.

2 comentarios:

  1. me paso =...
    y tmb no es ke la kise menos, solo que le tuve desconfianza y algo de resentimiento, por ser asi, o reaccionar asi, aunke trto de entenderla!
    saludos

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  2. Yo también trato de entenderla jeje
    Besos.

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