martes, 2 de febrero de 2010

CAPÍTULO 7 (PARTE 2)

- Pues sí. Yo me quedé un poco triste y tal y una de las chicas que trabajaba en el bar se dio cuenta de todo lo que había pasado y vino para intentar animarme. Me hizo reír, me dijo que aquel chico no me merecía. No sé por qué me inspiró confianza y le expliqué que yo no buscaba eso: a un tío que no pudiera ni mantener una conversación normal o que pasara de mí toda la noche y luego pretendiera meterse en mi cama como si esa fuera mi obligación o algo así.
Hizo una breve pausa. Se levantó y cogió una cosa que tenía en el fondo de un cajón de su escritorio. Volvió a tumbarse y me enseñó una foto de una chica morena con el pelo en tonos casi rojizos y ojos marrones.
- ¿Es ella? - pregunté
- Sí. Aquel día me ayudó un montón, me pidió que me quedara hasta que acabara su turno para poder invitarme a tomar algo. Y eso se convirtió en una costumbre. Iba a muchas veces a la cafetería y luego esperaba a que ella acabara para ir a dar una vuelta. Una semana después habiendo hecho eso todos los días yo ya tenía mucha confianza con ella. Y un día fuimos al cine... y me besó.
Se quedó callada.
- Sigue - le animé.
- No sé lo que sentí exactamente pero me di cuenta de que no sentía eso con los chicos y fue como si abriera los ojos de pronto. Yo ya me había acostado con un par de chicos y no había disfrutado, no me atraían y entonces supe por qué. Ella me llevó a su casa y lo hicimos por primera vez. Fue muy dulce conmigo, pero a la vez sensual y sexy. Me trató como si fuera un privilegio estar conmigo y no una obligación como me había hecho sentir aquel tío. De hecho yo considero que esa fue mi primera vez y no las otras. A partir de ese momento pues no sé, empecé a plantearme si contárselo a mis padres, amigos etc. Pero bueno esa parte ya la conoces.
Reflexioné un momento mirando la foto de la chica.
- ¿Cómo se llama?
- Kate.
- ¿Y cuándo fue todo eso?
- En julio del año pasado.
- ¿Y qué pasó después?¿Por qué lo dejasteis?
- Bueno, salimos en julio y junio y nos llevábamos muy bien y mee gustaba muchísimo. Pero... a su padre le ofrecieron un trabajo en Chicago y se fueron. Cuando me contó que se iba decidimos dejarlo y ser solo amigas, porque sinceramente con quince años es muy complicado tener una relación a distancia y no era lo que ninguna de las dos queríamos. Seguimos siendo amigas y hablamos de vez en cuando.
- ¿La has vuelto a ver desde que se fue?
- Sí, vino una vez a Willmington y quedamos para ponernos al día. ¿Sabes? Aunque no sea una de mis mejores amigas o no la vea muy a menudo es una persona importante para mí. Cuando la conocí mi vida cambió y pocas veces puedes decir eso de alguien.
- Yo puedo decirlo de ti.
- ¿En serio?
- ¡Claro! No lo digo por decir; mi vida ha cambiado desde que te conozco. Es evidente...
Me agarró de la camiseta para que volviera tumbarme con ella y me abrazó.
- ¿Sabes Amy? Es curioso, por alguna razón te cuento cosas de las que nunca hablo con nadie, como lo del tatuaje o lo de hoy. Es decir mis amigos saben que tengo un tatuaje pero nunca les he contado por qué me hice eso exactamente. Y en cambio me gusta hablar esas cosas contigo porque son cosas que forman parte de mí, al igual que tú. Y me gusta muchísimo que tú hagas lo mismo y me cuentes cosas de ti que consideres importantes.
- Te contaré todas esas cosas, te lo prometo.
- Y yo prometo estar aquí para escucharlas... siempre.
- ¿Siempre? - pregunté para saber si estaba segura de lo que decía.
- Siempre...

3 comentarios:

  1. genial como siempreee ..... ya no se ni como calificar esta historiaaa simplemente magnificaaaaaaaaaaa por ahoraaaa...jajaja
    un besazooo continua que no sabes que intrigaaaaa
    cuidateee

    ResponderEliminar
  2. Jaja graciaaas. Publicaré el próximo cap pronto, espero que te guste!!
    BEsooos =)

    ResponderEliminar
  3. segurooo qeu siiiiii ....jajaja cuidateeee

    ResponderEliminar