lunes, 25 de enero de 2010

CAPÍTULO 5 (PARTE 1)

Cuando se abrió el ascensor y no nos quedó más remedio que separarnos y volver con los demás (sobre todo porque estaban en mi casa), la miré durante un largo instante, intentando descifrarme a mí misma. Me fijé en lo guapa que estaba con el flequillo cayéndole sobre los ojos, en que tenía tres lunares muy sensuales en la parte derecha del cuello y por primera vez me fijé en como me miraba. Vero tenía razón; Britney me miraba de forma especial, acariciándome sin tocarme, hablándome sin decir nada. Justo antes de llamar a mi casa para que nos dejasen pasar, volví a besarla. Fue igual de dulce que el primer beso, pero en este quizás había más complicidad, más deseo.
Oímos pasos que se acercaban a la puerta así que, aunque nos costó, nos separamos inmediatamente. Era Álex que tenía que irse ya a casa. Nos despedimos de él dándole dos besos. Le dijo a Britney que le había encantado conocerla etc. Estábamos deseando entrar antes de que Álex le pidiera su número de móvil o de que le dijera de quedar otro día. Todo eso al final no ocurrió.
Entramos y fuimos hacia el salón, donde estaban todos bailando. Nos unimos a ellos. Y prácticamente me pasé el tiempo que estuvimos bailando casi hipnotizada mirando a Britney. Se notaba que le gustaba bailar y, además, se le daba muy bien. Más tarde cuando ya estábamos un poco cansados de bailar, Diego propuso jugar al "yo nunca", con las cervezas que habíamos traído.
- ¿Os apetece? - dijo Pablo bastante animado.
- A mí me da igual, pero ese juego suele traer problemas - dijo Vero.
- ¡Qué va! Fijo que lo pasamos bien. Y así conocemos mejor a Britney y ella a nosotros.
Para jugar nos sentamos en el suelo en círculo. Tras un par de frases simples hechas a propósito para que todos bebiéramos, Diego dijo:
- Yo nunca... he besado a una chica - hizo un gesto con la botella, como si quisiera brindar aunque no llegó a hacerlo mirando hacia Vero. Esta se rió y bebió, al igual que Pablo y Diego. Lo que no creo que se esperasen tanto es que Britney y yo también bebiéramos.
Vero se quedó mirándome con los ojos como platos y las cejas levantadas en señal de interrogante.
- ¿La has besado? - dijo Diego mirando a Vero.
- ¿Qué? - contestamos ella y yo a la vez.
- Ok, era una tontería - reconoció - Pero es que fue la primera explicación que me vino a la cabeza. ¿Y entonces con quién?
- El juego no es así, no tengo por qué responder a eso.
- Vaaale.
- Tú y yo ya hablaremos luego - me dijo Vero.
- ¿Y tú también has besado a una chica? - le preguntó Diego a Britney con curiosidad.
- He bebido ¿no? Así que sí, he besado a una chica. Aunque en realidad tengo que decirte que han sido varias.
Todos nos reímos, menos Diego que seguía en shock.
- Entonces... tu ex, Jesse, es una chica ¿no?
- Sí, es una chica.
Vero me miró, no sé si inconscientemente o con esa intención. Le sonreí dándole a entender que las cosas estaban bien.
- Ok, siento ser tan cotilla - le dijo a Britney - pero es que Amy y yo habíamos hablado de eso pero no teníamos claro si era una chica o no.
Britney me miró de reojo. Me di cuenta de que ella acababa de pensar que si ya lo habíamos hablado significaba que a lo mejor yo ya me había interesado por ella mucho antes de esta noche. Una sonrisa se asomó en sus labios.
- ¿Entonces eres bi? - insistió Diego.
- No, si tenías en mente un trío siento decepcionarte - volvimos a reírnos todos - Soy lesbiana.
- Ok - Supongo que le pobre Diego estaba intentando disimular su sorpresa pero lo cierto es que no se le daba muy bien.
- ¿Seguimos? - comentó Pablo - Venga, ahora digo yo una. Yo nuca... me he sentido atraído por alguien de esta habitación.
Lo curioso es que todos bebimos. Y mientras yo lo hacía pensé en Britney pero en ningún momento en Diego.
Supongo que en ese instante en las mentes de Diego y Pablo, después de saber que Britney era lesbiana, rondaban las cavilaciones sobre por quién se había sentido atraída ¿por Vero o por mí?
Vero y yo nos miramos. Nosotras no teníamos que pensarlo; ya sabíamos la respuesta.

Jugamos durante unos veinte minutos más y finalmente Pablo y Diego dijeron que tenían que irse. Se despidieron y se marcharon. Ya eran más o menos las dos pero no quería que Britney se fuera.
Me fui un momento con Vero a la cocina para hablar. Lo primero que me dijo cuando Britney ya no podía oírnos fue:
- ¿Os habéis liado? ¿Cuándo? ¿Y cuándo pensabas contármelo?
- Eh, tranqui. En el interrogatorio las preguntas de una en una por favor.
- Si me contaras las cosas no tendría que hacer ningún interrogatorio...
- ¿Cuándo? Si no tuve tiempo. La besé antes, cuando bajamos a por las cervezas a su casa.
- Entonces os liasteis ¿y qué tal?
- No nos liamos, solo fue un beso. Bueno...dos.
- Pues eso, que os liasteis.
Puse los ojos en blanco.
- Vale, nos liamos.
- ¿Te gustó?
Me mordí el labio inferior, realmente no quería mentirle. Pero, tampoco es que me apeteciera tener esa conversación en ese momento. No quería pensar en ello, en lo que esto significaba o en cómo iba a afectar a mi vida en el futuro. Solo quería dejarme llevar... De todas formas, Vero era mi mejor amiga y no quería mentirle, además, sabía de sobra que aunque ahora no pudiéramos y lo dejáramos para otro momento, tarde o temprano tendríamos esa conversación.
- Sí, me gustó. Y mucho...
Vero no pudo evitar echarse a reír.
- Ok, ya hablaremos de esto.
- Por supuesto enana.
- Una cosa, te importa que Britney se quede a dormir. Bueno, no sé si querrá. No le dije nada porque quería preguntarte primero.
- ¿Cómo me va a importar? Para nada... y además te recuerdo que es tu casa. No me tienes que pedir permiso para invitar a alguien.
- Ya lo sé, pero quiero hacerlo.
Le pegué un suave puñetazo en el hombro.
- ¿Seguro que no te importa?
- No me importa, Amy. I mean it.
- Gracias.
- Anda, vete a hablar con ella y dile si quiere quedarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario