miércoles, 7 de abril de 2010

CAPÍTULO 16 (PARTE 1)

El fin de semana antes de que Britney empezara con la quimioterapia decidimos quedar todos juntos (ella, Vero, Diego y yo); en parte para distraerla un poco y que no pensara demasiado en lo del lunes (la quimio) y en parte porque tal vez cuando empezara el tratamiento iba a estar demasiado cansada o no le iba a apetecer mucho salir con nosotros de noche.
Pensé en que algo tranquilo, como ir al cine y a cenar, sería lo mejor. Pero Britney se negó; dijo que sabe Dios cuanto tiempo iba a tener que pasar sin pisar una discoteca y que esa noche teníamos que ir sí o sí. En fin… cuando se pone así y encima te suplica con cara de no haber roto un plato en su vida y te come el cuello a besos pidiéndotelo por favor una y otra vez es difícil negarle algo. Le dije que era ella la que decidía pero en el fondo no me parecía nada lógico que fuéramos a una discoteca porque tuve la impresión de que igual se agobiaba y de que la música a todo volumen no iba a compaginar muy bien con su dolor de cabeza…pero como ya dije antes, es difícil negarle algo. Sobre todo si te chantajea con besos.
Quedamos antes de ir a la discoteca para cenar en una cafetería/restaurante cerca de la casa de Vero. Cuando llegué con Britney ella y Diego ya estaban allí. Yo aún no le había dicho a mi novia que había hablado con Vero de lo de su cáncer pero no sabía muy bien cómo hacerlo porque no quería que se enfadara. No sé lo conté a Diego porque me di cuenta de que decírselo o no a la gente era decisión de Brit no mía, la conversación con Vero había sido la excepción, necesitaba desahogarme simplemente. Pero no iba a decírselo a nadie más.
Me di cuenta de que al fondo de la cafetería había una chica a la que conocía así que la saludé sonriendo mientras nos sentábamos con Vero y Diego.
- ¿Quién es? – dijo Vero antes de girarse para ver a la chica – ¡Ah! Es la amiga de Paula ¿no?
Paula había ido con nosotras al colegio. Al pasar al instituto se fue a uno distinto del nuestro pero de vez en cuando aún la veíamos y nos llevábamos muy bien con ella. Su amiga, la chica de la cafetería, se llamaba Elena. Paula nos la había presentado un día y habíamos estado con ellas algún sábado.
- ¡Puf, está buena! – dijo Vero después de girarse de nuevo para comprobar que su memoria no le fallaba.
- ¡Vero!
- ¿Qué? – me miró con una sonrisa pilla en la cara
- Pues sí que te va a durar a ti lo del plan “no relaciones”…
- ¡Pshe! ¿Qué tiene que ver? Solo dije que está buena, ¿es mentira acaso?
- No – dije instantáneamente.
- ¡Ey! – Britney me dio un codazo mirándome medio enfadada, más bien celosa.
- ¿Qué? – intervino Vero otra vez, dirigiéndose a Britney – Está contigo, pero no está ciega…
- Pues más le vale estarse manca…
Diego y yo nos miramos y empezamos a reír a carcajadas. Estuvimos como cinco minutos sin parar mientras Vero y Britney nos miraban mosqueadas. Al final hasta me lloraban los ojos de la risa.
Pedimos la cena y cuando nos la trajeron se olvidaron de darnos kétchup; como el camarero ya se había ido para no tener que esperar me levanté para pedirlo en la barra. Justo en ese momento Elena y sus amigas se estaban levantando para irse así que se acercó a saludarme.
- ¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo! – dijo dándome dos besos.
La verdad es que no me acuerdo muy bien de qué hablamos, recuerdo que le dije que estaba mucho más guapa con el pelo como lo llevaba ahora (se lo había dejado crecer y se había puesto mechas rubias) y ella me contó un par de anécdotas de Paula y ella. De lo que estoy segura es de que me reí un mucho en los cinco minutos que estuve con ella. Se me había olvidado lo bien que me caía esa chica porque hacía un montón de tiempo que no la veía. Me dijo que se iban a la discoteca, a la misma a la que íbamos a ir nosotros.
- Pues a ver si nos vemos allí entonces – dijo despidiéndose, de nuevo con dos besos.
Volví a la mesa y cuando lo hice noté que Vero me miraba raro.
- ¿Qué? – pregunté.
- ¿Tonteó contigo o es impresión mía? Porque desde aquí es lo que parecía…
Me quedé con cara de tonta.
- ¿Es bi?
Vero se rió.
- ¿No lo sabías? Se lió con un par de tías en verano en Portonovo y creo que con otra en fin de año.
- No tenía ni idea… pero no, no ha tonteado conmigo.
- ¿Seguro? – dijo Britney entrando de pronto en la conversación.
- ¿Celosilla? – dije sonriendo para picarla.
- No lo sé, como dices que está buena…
- Ven aquí anda – mientras me reía le agarré suavemente la nuca acercando a Brit para besarla – Ya sabes que solo te quiero a ti – le susurré después al oído.
Me separé para seguir cenando pero antes la miré de reojo y vi que tenía una gran sonrisa en la cara después de lo que le había dicho.


Cuando terminamos de cenar y pagamos la cuenta nos fuimos a la discoteca. Britney iba con Diego un poco más adelantados y Vero me cogió del brazo y tiró hacia atrás para que me separara un poco de ellos y no pudieran oírnos.
- ¿Qué tal está? – dijo señalando a Brit con la cabeza. Sé que intentaba animarme pero sonaba preocupada.
- No lo sé… quiere hacer como que todo va bien, fingir que esto no está pasando y que ella solo es una chica normal que sale con sus amigos un sábado y que se emborracha, baila y hace el idiota más de lo normal. Pero a la vez tiene miedo, no lo dice pero se lo noto en la cara, en los gestos, en la forma de hablar.
- ¿Y tú? ¿Cómo estás? – dijo acariciándome el hombro.
Le hice un gesto encogiéndome de hombros como para indicarle que no tenía ni idea de cómo estaba yo.
- Solo quiero olvidarlo todo por esta noche… pasármelo bien.
Me cogió de la cintura apretándome a ella.
- Te prometo que nos lo vamos a pasar de puta madre.
Las dos sonreímos y nos adelantamos para ponernos al lado de Diego y Britney.

No hay comentarios:

Publicar un comentario